La fuerza de lo simple
Mirando nos damos cuenta que los packaging o los envases de los productos que estamos acostumbrados a consumir se dan la vuelta a ellos mismos de lo complejo y sobrecargados que están. Muchas veces lo simple es más poderoso y nos llama más la atención.
Aquí os traigo algunos ejemplo de cómo podríamos simplificar algunos envases hasta hacerlos más atractivos de lo que eran antes.
No os dejéis llevar por la costumbre ni la nostalgia. Observad y meditad cuál os atrae más.
La primera imagen es la de los envases originales, en la segunda se quitan algunos excesos, la tercera sería el logo con sus colores y la última es el logo tal cual dentro del envase.
Si queréis ver más imágenes y a más resolución,
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ANTREPO.
"¿Por qué asumimos que lo simple es bueno? Porque con productos físicos, tenemos que sentir que podemos dominarlos. Al poner orden en la complejidad, encontramos una manera de hacer que el producto difiera de ti. La simplicidad no es solo un estilo visual. No es solo minimalista o la ausencia de desorden. Implica cavar a través de la profundidad de la complejidad. Para ser verdaderamente simple, tienes que ir muy profundo. Por ejemplo, para que algo no tenga tornillos, puedes acabar con un producto que es muy complicado y muy complejo. El mejor camino es profundizar en la simplicidad, para entenderlo todo y saber cómo es manufacturado. Tienes que entender profundamente la esencia de un producto con el fin de ser capaz de deshacerte de las partes que no son esenciales."
Steve Job by Walter Isaacson